Palabras que gritan ser escuchadas
Palabras que odian ser ignoradas
Palabras que callan en mi mirada
Miradas que gritan por encontrar
Ojos que mueren por ser vistos
Lágrimas llorando por mirar
Gemidos que desean a tus oídos llegar
Confusión que acaba con mi razón
Razón que se extingue con esta canción
Canciones que alimentan un alma desnutrida
Un alma que acostumbrada a la felicidad
Se da cuenta que la vida es un jardín de rozas
Pero que en cada roza una espina va a encontrar


miércoles, 10 de junio de 2009

Salome no sabe en quien creer

Lo que te diga te asusta, si no lo digo como es y si sientes que es extraño no me miras, ni me escuchas.

NO-NO-NO!!!

Mañana no sabrás en quien creer, si en la blanca y lejana nube que desde arriba de hablaba o la pronta pared que te frena, y un risco alto te encarga.

No te olvides de mi Salome, que yo de ti no me olvidare... que si todo sale bien, espero nunca mas volverte a ver.

lunes, 8 de junio de 2009

Una tarde en tu ausencia

En donde estarás mi hermosa Ninfa, que yo en ti pienso y pienso y más lejos te siento. Hoy te escribí y cometí un grave error, el de contártelo todo y acabar con la empresa, de un romance que nace, de una sonrisa, de una sorpresa.

Me inspire en mi primera inspiración, que a tu rostro compartí en horas de supuesta labor y supuse la alegría de la sonrisa que en tu cara brotaría, cuando sin saberlo vieras un mensaje en aquella pared no en blanco, que es para mí un origen de deseo, amor y desencanto.

Después pude escucharte hablarme, y no fue una ni dos, sino tres y cuatro las veces que no quise dejarte huir, que mi infante corazón a tu voz no se pudo resistir y me ridiculice y mostré mi verdadera naturaleza, al decirte y excusarme y repetirte e imaginarme, el cómo te sentirías y que por tu mente pasaría; el que va ha ser en el futuro y pintarte un cuadro sin marco y motivo por algo que no es seguro.

Perdón por mi ser niño, que mi infantil proceder no sea razón para perecer y que el pan de cada día se aleja de esta no pequeña amnistía. Pero no mas escusas que ya es la segunda vez bajo este sol y si mal no recuerdo concluimos que ni tú querías ni yo deseaba que la palabra perdón se arrastrara de nuevo a mi espalda.

Pero hoy ya se escondio el sol amada, y de este suspiro no quedara sino mi mirada, que espero llegue pronto a tus ojos, que espero encunetre avida la tuya enamorada.