Duermo

Duermo todo el día... sigo durmiendo mientras escribo y aun dormía en el camino.

Duermo con mis pensamientos en multitud y estampida,
cuando ellos me guían y me dominan;
aveces cuando se escapan y queda en blanco el arcoiris de mi mente,
sea porque el color me abandone a voluntad, omnipotente...
o porque tu te los robas... sin ni siquiera ser consiente.

Sea porque yo los regale, a ese alguien desesperadamente,
sabiendo que lo que se desprende, mas valora
quien lo da, que quien lo tiene...
que ese alguien lo ignora, lo desprecia,
lo olvida, lo malgasta... lo retiene.

Así duermo entre días y noches, entre sabanas y coyotes;
por un desierto de arenas del sueño, por un árido cementerio.
No encuentro ni agua ni reposo, en este sueño tan tenebroso.

No lo vi venir ni asimismo lo pedí...
Llegaste sin avisar, en un extraño lugar,
en un tiempo fantasmal...

Talvez un alarido de la bestia lo atrajo? tal vez mi propio cansancio...
Lo único que seguro es, fue tu inesperada llegada,
con lágrimas en las manos y sonrisas en la cara.
No te advertí cuando tu lo hiciste, pero descubrí lo que omitiste.
No es solo el mirar, es el sueño admirar, lo imposible rosar...

No es solo el estar... no eres ni una rosa ni una fruta que confundiese en mi paladar.
Eres quizás un Tulipán, quizás un continuo despertar...
de este crudo sueño, de esta hostil realidad.

Quizás...

Entre sueños lo olvidado recordar, entre imposibles lo impensable lograr.

Dormía ya entonces; pero algo había cambiado.
Dormía como antes pero a soñar me habías enseñado,
fui lento al sentirlo y rápido al dudarlo; me es fácil el ocultarlo...
Pero no puedo negarlo; desperté!!!!

Me despertaste por un segundo, fue en una tarde húmeda,
De esas que no olvidas, de esas que se viven hasta la ultima gota.
Hacia frió pero yo lo ignoraba, mas que un movimiento estuve despierto!
Fue solo un segundo, puede que 2 no se si 4, aun hoy dudo si ya ha terminado.

Me despertaste, me diste la mano, aunque ni me rosaste, ni un solo contacto;
me permitiste empujarnos, lanzarnos al salto y sin intenciones ciertas
me herí en lo soñado, me recorrió la espina tu frió contacto....
quemando y opacando lo que yo mismo había causado, lo que otras manos
han, siguen y seguirán tocando.

Mis lágrimas calientes se confundieron entre tus tactos...
Solo las veo y las hago cocientes, cuando estas,
tras ser ignoradas o al contrario en cuneta tomadas
caen al suelo y salpican , cuando mojan la tierra y los lotos agitan.

Duermo ahora igual que antes,
duermo escribiendo y duermo en el camino,
pero en el fondo espero, en el fondo aspiro
que al verte despierte y me quede contigo...