Palabras que gritan ser escuchadas
Palabras que odian ser ignoradas
Palabras que callan en mi mirada
Miradas que gritan por encontrar
Ojos que mueren por ser vistos
Lágrimas llorando por mirar
Gemidos que desean a tus oídos llegar
Confusión que acaba con mi razón
Razón que se extingue con esta canción
Canciones que alimentan un alma desnutrida
Un alma que acostumbrada a la felicidad
Se da cuenta que la vida es un jardín de rozas
Pero que en cada roza una espina va a encontrar


lunes, 26 de noviembre de 2007

Escape...

Mañana solitaria...
Todo descansa, parece que el viento se canso de soplar y al sol no le interesa subir mas; como si el medio día nunca fuera a llegar.
A diferencia del mundo que parece ahora tan quieto y petrificado, los otros a mi alrededor, no pueden contenerse... gritan, ríen, se mueven de un lugar a otro sin saber que hacer, simplemente tratan de apresurar el tiempo que se niega rotundamente a avanzar.
Ellos lo sienten, sienten que todo se detiene y que el presente se ha atorado en su constante flujo.
A diferencia, yo no trato de acelerar el tiempo que se mueve como una pluma cayendo desde las lejanas alturas del pensamiento. Mi mente, libre de la opresión de la rutina, se encuentra ávida y despierta; se concientisa de su lugar, de mi lugar...
Mis ojos se pierden en un punto cualquiera de esa pared que representa lo que veo, queriendo transpasarla y poder llegar al sitio donde mi mente produce el milagro de pensar.

Al igual que lo indudablemente inerte, me detengo, me pierdo en ese momento y acompaño al sol y al viento es su estática marcha; como ellos paresco inmóvil, recibo miradas y comentarios de los que me rodean, que notando mi estado "arbóreo", me ven como algo extraño, como algo fuera de lugar; pero la pluma sigue callendo y terminan por ignorarme, por olvidar que estoy ahí.
Pero yo no estoy allí, me encuentro a segundos luz de ese lugar, sumido en un caldero de recuerdos, pensamientos, soledades y sinsabores que me recuerdan que no es aquí donde pertenezco, que solo hay 2 lugares en los que puedo respirar y sentirme tranquilo:
Entre tus brazos acompañado de tu olor y tu esencia
Entre las paredes de mi mente, acompañado solo por mi mismo.

La pluma cae al suelo, estallando en un centenar de ruidos, colores y confusiones.
Yo vuelvo a undirme en la rutina, vuelvo a meter mi cabeza bajo el agua, después de haber respirado solo por un momento.
Empiezo a contener el deseo de nuevo y los demás me redescubren.

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