A ti mi compañera fiel, que hace poco llegaste a mi
después que por tanto tiempo te busque
al fin en una tarde de soledad te encontré
no te vallas ahora no te alejes de mi
En tus ojos cambiantes veo mi pasado vibrante
y en tus maullidos agudos
el sonido de mis intentos fallidos
ahora tu duermes en mi cama
y eres ama y señora de mi recámara
A ti van ahora mis poesías
y escuchas atentamente cualquier cosa que te diga
Maullas si te agrada y gruñes si te enfada
pero haga lo que haga no me das la espalda
no se que habré hecho mal o
no se que habré dejado de hacer
Lo único que se es que ahora tu me arrullas al desfallecer
Ojala me sigas alegrando los días
Ojala no te pongas celosa mi niña
Mira que pase lo que pase
siempre tendrás un rincón en mi cama,
y al despertar sentiré tu rose en mi almohada.
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