Palabras que gritan ser escuchadas
Palabras que odian ser ignoradas
Palabras que callan en mi mirada
Miradas que gritan por encontrar
Ojos que mueren por ser vistos
Lágrimas llorando por mirar
Gemidos que desean a tus oídos llegar
Confusión que acaba con mi razón
Razón que se extingue con esta canción
Canciones que alimentan un alma desnutrida
Un alma que acostumbrada a la felicidad
Se da cuenta que la vida es un jardín de rozas
Pero que en cada roza una espina va a encontrar


miércoles, 16 de enero de 2008

La Mujer de los Gatos...


Erase un bella mujer que vivía en los bosques, siempre sola.... solo arboles e ilusiones le acompañaban y decidió entonces entre humos y mohos tener siempre silueta de niña. Y así no perder la ilusión de la rama mas alta.

Y pasaron años e inviernos, demasiados para una pequeña niña.... y se hacia vieja; ella no comprendia porque estaba sola??? acaso se había equivocado? había hecho algo mal?
Fue ella quien decidió vivir en la soledad de los bosques, pues el seno de su madre no le era plácido y ella no había nacido para subyugarse ni pedir perdón. Fueron esos arboles difíciles de escalar en los que se propuso habitar y esas ramas frágiles y quebradizas con las que quiso pintar.... así lo quiso ella... así lo escogió.

Sintió la necesidad entre las altas copas de bajar y ver las raíces y los mohos tocar, pero como cualquier gato en un lugar tan alto, la única salida es saltar... Así nacieron sus alas, de la necesidad de caer sin herirse, de la necesidad de volver a empezar, de la necesidad de seguridad.

Pero entre tantos descensos y ascensos un viento asesino y confundido desvió su vuelo, le hizo caer en un zarzal que rompió sus alas y destrozo su cuerpo, agujereo su alma y engendro su miedo...

Y fue ahí cuando el primero de todos llego, el que movió su interior y apresuro su maltrecha alma, negro como la noche, silencioso para todos excepto para ella, silencioso.... solo ella lo conoce realmente. Gimiendo y llorando, maullando y cantando la despertó de su sueño, pues la caída había roto hasta su consciencia, y ella solo divagaba entre un mundo de fantasía, de muros e imagenes exparsidas en las cortezas que le rodeaban al dormir, entre recuerdos por venir y predicciones inventadas, entre el pasado y el presente que ya nos abanadono...

Con su estridente voz, el gato causo que un sentimiento en su interior poco a poco fuera creciendo.... devorando todo rastro de compasión y debilidad, de sumisión y marcialidad... dejando así a su paso un oasis en el desierto, repleto de irreverencia, cariño, honestidad y revelida.... confusión. Y fue entonces que con el calor irradiante de la luna, ella despertó de su letargo y volvió al bosque que había escogido como hogar, a aquellas ramas dificiles de escalar, cubierta de aquella sombra que nunca se iría mas, y que solo se hace visible cuando algo le hace llorar.

Movió vientos, camino ríos, escalo tréboles altísimos y bajo para contarlo, se heló en la nieve y se quemo con el sol que penetraba por los claros de su bosque.... su eterno bosque; todo para llegar de nuevo donde empezó todo, para recomenzar después de tan largo viaje y volver a dormir en su antigua cama.

Algunos otros vinieron a visitarle, y hacían serenatas con maullidos y cánticos de deseo... ella solo les ignoraba y si acaso les prestaba atención, era solo para verse reflejada en un error y reafirmar su condición de perdision.

Solo 3 han llegado a su agujereado corazón, eso es lo que conozco, uno brevemente en un norte lejano, en uno de sus poco escapes y cambios sin sentido...
El otro al volver a casa, sin previo aviso y sin buscarle siquiera, sin serenata y sin cortejo, el solo llego con sus ojos rojos, le hablo de gente pequeña de un mundo desconocido en una legua extraña y surgió el amor...
Y el tercero la guia por mares sin rumbo fijo, en un baile de sensaciones nuevas, en un mundo deseado de su parte y muy bien conocido por el, negro como la noche...

Pero a ella siempre le gustaron los gatos oscuros, unos de piel otros de voces, siempre ágiles y veloces, con experiencia y seguros de sus pisadas... algo la impulsa a cambiar siempre.

Yo no la entiendo, solo la contemplo...

Aveces vuelve a maullar serca de mi árbol, aveces la veo de lejos, persiguiendo al gato de turno...

Aveces me llama y duerme conmigo al ritmo de mis labios pero siempre se va dejando su olor entre mis manos...

Yo te espero mujer de los gatos...

No te persigo, no te apresuro... tu tienes tu ritmo y yo simplemente vivo...

Maulla en mi árbol de vez en cuando...

Que el olor que dejaste, lo gaste hasta acabarlo.



2 comentarios:

Francisco Peláez dijo...

Que mas chepe

No se si ya te diste cuenta que escribiste exparsida, y Eme aquí, dos expresiones que pueden dar cuenta, o bien de una original visión del mundo -qe requiere otra ortografía - o de que tu ortografía es pésima.

De otro lado te quería decir que me gusta la combinación dolores del blog, y que que chimba de imágenes.

¿los dibujos los hiciste vos? están muy buenos

CHeP dijo...

Sisco? o a quien leo??

De igual forma gracias y tendre en cuneta mi mala ortografia que se azemeha a mis ganas de cambair el mundo.